La historia de mi Marca Personal (primera parte)

Se acaba el año, tengo prácticamente listo “el logo” que me va a representar en mi nueva etapa profesional y a punto una pequeña presentación de los servicios que os puedo ofrecer como emprendedora digital y que además está sirviendo de guía para la creación de mi esperada web, ¡por fin ya en marcha! con la ayuda de profesionales especializados en el sector.

 

Sé que “el saber no ocupa lugar” y me hubiese gustado hacerla yo misma, pero no hay tiempo para todo, así que he decidido centrarme y especializarme en lo que realmente quiero ser identificada y dejar el resto de tareas para quienes las dominan. 

 

Está casi todo preparado para dar a conocer mi nueva imagen. He utilizado mis colores favoritos, un tipo de letra acorde que los hace “guay” y diseñada una estrategia inicial que incluye alguna que otra sorpresa que espero guste a la que he elegido será mi audiencia por excelencia y al público en general. Todo preparado y a tiempo para hacer coincidir el lanzamiento con la llegada del nuevo año.

 

Os preguntaréis, ¿qué nos está contando?, estamos a día 4 de enero del nuevo año y todo sigue igual, ¿nos está narrando un sueño?, o será que…

Pués no, no estoy soñando y sí, así es, sigo con la misma imagen de siempre, llevando las mismas cuentas de siempre, creando publicaciones y contenidos como siempre…, no se ha cambiado mi imagen a la que se suponía iba a representarme en mi reinvención profesional.

 

A veces, y seguro que sabéis de lo que estoy hablando, a pesar de la ilusión, esfuerzo, sacrificio, trabajo, empeño, y horas y horas de sueño invertidas, las cosas no salen como nos gustaría y hemos  planificado cuidadosamente con inmenso cariño, durante el camino nos encontramos con obstáculos que hemos de ser capaces de lidiar hasta encontrar de nuevo la luz que nos permite retomar y seguir adelante, cada vez con más seguridad y lecciones aprendidas que nos ayudan a ir creciendo, soy de las personas que piensan que “todo lo que pasa, es por alguna razón”.  

 

Retrocedamos unos días en el tiempo…

¡Por fin llega el gran día!, nervios a flor de piel.

31 de diciembre del 2019: me despierto con un dolorcito de cabeza sin importancia, será que no he dormido lo suficiente y me digo sin preocupación aparente; esto lo arreglo con una siestecita y esta noche un final de año de lo más “Top”.

 

Pasan las horas y a media tarde dedico un rato a revisar las últimas programaciones en RRSS para que todo salga perfecto y ¡con mi nueva imagen!. Mi dolorcito matinero se va incrementando más y más, ya es un sr.dolor y bastante insoportable, como nunca había experimentado (ahora entiendo a quienes padecen migrañas, ¡pobres!…). Calma me digo, y recurro al paracetamol, el de 1gr. es infalible y jamás me ha fallado con un dolor de cabeza y en media hora como nueva. Seguro serán los nervios me digo casi auto convencida.

 

A punto de salir de casa, todos guapísimos, vestidos de fiesta, bien perfumados y preparados para la gran noche pero…¡horror!, el dolor casi insoportable se agudiza haciendo eco en mi cabeza hasta de mi propia respiración. En ese preciso momento pierdo el combate de feliz noche por KO. Veo solo oscuridad y voy dejando de oír paulatinamente, aunque una voz muy lejana insiste e insiste…, no publiques, no publiques, no publiques. Solo recuerdo apagar el móvil y amanecer en un radiante día. El esperado primer día del año 2020.

 

Estoy despierta y ando como un auténtico autómata, menuda nochecita, como si me hubiese pasado una apisonadora por encima, voy flotando y aunque el intenso dolor ha desaparecido me quedan secuelas, la sensación es de resaca adolescente. Enciendo el móvil y ¡”horreur”!, más de 200 whatsApp, infinidad de mensajes en cada una de las redes, email, messenger, telegram…, !madre mía¡, solo de pensar cómo atender a todo me produce un terrible cansancio.

 

Al abrir Instagram para ver cómo ha ido la puesta en marcha…, !“surprise”¡, no hay nada de nada, todo idéntico al día anterior. Entro en Facebook Creator Studio y sin dejar mi vista fija en lo que iba a ser mi carta de presentación, mi bonito y orgulloso Logo creado en mosaico de 9 publicaciones, empiezo a darme cuenta del porqué, porqué lo acontecido pudiera tener una explicación aun siendo ambigua.

Continuará…

  Hola, soy tu Community  Manager Personal.   Te has preguntado alguna vez...   ¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐬𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐞 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐚?⁣   ¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚 𝐬𝐞 𝐡𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐯𝐞𝐫𝐢𝐠𝐮𝐚𝐫𝐥𝐨?. ⁣   📕 Sí estás...Ver más

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